34 Será para ti señal lo que va a suceder a tus dos hijos Jofní y Pinjás:
en el mismo día morirán los dos.
35 Yo me suscitaré un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis
deseos, le edificaré una casa permanente y caminará siempre en presencia
de mi ungido.
36 El que quedare de tu casa vendrá a postrarse ante él para conseguir
algún dinero o una torta de pan y dirá: “Destíname, por favor, a una función
sacerdotal cualquiera, para que tenga un bocado de pan que comer.”»